Advances in the pathogenesis representing definite outcomes in chronic urticaria. Fecha: Miércoles 22 de mayo
Advances in the pathogenesis representing definite outcomes in chronic urticaria.
Authors:
Ensina LF1,2, Cusato-Ensina AP3, Cardona R4.
1 Federal University of São Paulo.2 Hospital Sírio-Libanês.
3 CPAlpha Clinical Research Center, Brazil.
4 Universidad de Antioquia, Colombia.
Abstract:
PURPOSE OF REVIEW:
We reviewed in this article, the recent advances in CSU physiopathology and potential clinical and laboratory biomarkers in CSU.
RECENT FINDINGS:
In addition to the central role of mast cells in urticaria physiopathology, increased interest in basophils has arisen. Recent data corroborate the autoimmunity pathway as one of the main pathways in mast cell activation. The association of inflammatory cytokines, heat shock proteins and staphylococcal infection with CSU are also reviewed. C-reactive protein, D-dimers, autologous serum skin test, IgE levels and FcεRI expression in basophils have shown their potential as biomarkers for disease duration, activity, severity and/or response to treatment.
SUMMARY:
A comprehensive understanding of chronic spontaneous urticaria mechanisms is essential to find novel biomarkers and treatments. The use of these biomarkers in clinical practice will guide us in choosing the best treatment option for our patients.
DOI: 10.1097/ACI.0000000000000519
La urticaria se caracterizada por el desarrollo de habones, angioedema o ambos. Se clasifica como crónica cuando los síntomas persisten más de 6 semanas y espontánea cuando no hay un factor desencadenante específico. La urticaria espontánea crónica (CSU por sus siglas en ingles) debe diferenciarse de otras enfermedades que pueden manifestarse con habones y / o angioedema, pero tienen otros mecanismos fisiopatológicos, como la vasculitis urticarial, mastocitosis cutánea maculopapular, angioedema no histaminérgico y síndromes autoinflamatorios . La historia clínica y un examen físico detallado son importantes para determinar aspectos significativos de la enfermedad y para guiar cualquier evaluación de laboratorio que pueda ser útil para confirmar o excluir causas o enfermedades asociadas
ResponderEliminarLa CSU se ha asociado con un impacto negativo en la calidad de vida La prevalencia se ha estimado en un 0,53% en los Estados Unidos, un 0,63% en Europa y un 0,41% en Brasil. En este artículo, se revisarón los hallazgos más recientes en fisiopatología de la urticaria junto con posibles biomarcadores clínicos y de laboratorio.
En la fisiopatologia de la CSU los mastocitos desempeñan un papel central y pueden activarse por diferentes vías. Otras celulas involucradas son los basofilos, los cuales perifericamente disminuyen su número en la CSU y se ha observado un deterioro funcional.
Un biomarcador es una característica que se mide y evalúa objetivamente como un indicador de un proceso biológico normal, un proceso patógeno o respuestas farmacológicas a una intervención terapéutica. Pueden ser útiles en la CSU para distinguirla de otras enfermedades, evaluar la actividad, la gravedad y la duración de la enfermedad y predecir la respuesta al tratamiento
En las enfermedades autoinmunes, se han reportado anticuerpos contra la inmunoglobulina G (IgG) contra la IgE o el receptor de la IgE (Fc [epsilon] RI) y los anticuerpos IgE contra la peroxidasa tiroidea. Esta asociación es más frecuente en pacientes con una prueba cutánea de suero autólogo positiva (ASST) y una prueba cutánea de plasma autóloga (APST)
Se han identificado autoalergenos que son objetivos para la IgE de pacientes con CSU. La mas relacionada es la IL-24, la cual generó in-vitro degranulacion de mastocitos en sueros de pacientes con CSU al unirse a la IgE pero no en los controles sanos.
Se han explorado otros biomarcadores como la IL-35, un supresor de Th1 y Th17, las cuales tienen un papel importante en enfermedades autoinmunes. Otras citoquinas elevadas en pacientes con CSU reportadas son la IL-17, IL-31, IL-33 y las proteinas de choque térmico (Hsp por sus siglas en ingles). Estas ultimas se han observado elevadas en enfermedades autoinmunes.
La proteina c reactiva es un marcador sensible de inflamación, se ha relacionado con una duración más corta de la enfermedad y una mayor actividad de la enfermedad basada en el la evaluación de la actividad de la urticaria en 7 dias (UAS7). Los niveles de PCR también se asociaron con la positividad de ASST y los niveles de dímero D, lo que confirma que es un biomarcador útil para la actividad de la enfermedad para controlar a los pacientes con CSU
Sabiendo la importancia del mastocito en la fisiopatología de la urticaria, la reducción de la activación de este, así como sus efectos mediadores (ejemplo la Histamina) en los órganos diana, ha sido el enfoque sugerido para tratar la CSU. Los antihistamínicos H1 modernos no sedantes en dosis estándar o altas se recomiendan como tratamiento de primera y segunda línea para la CSU. Sin embargo, hasta el 50% de los pacientes son refractarios a altas dosis de antihistamínicos y requieren otros fármacos para lograr un control completo de los síntomas. La positividad a la APST y los altos niveles de PCR están relacionados con una respuesta inadecuada a los antihistamínicos. Por otro lado, los niveles de anti-TPO no se asociaron con la respuesta al tratamiento.
ResponderEliminarEn relación al omalizumab, hay cada vez más pruebas de que la IgE sérica total se puede usar como biomarcador para la respuesta de este en la CSU. En todos los estudios, quedó claro que los niveles basales de IgE eran más bajos en los pacientes que no respondieron. Sin embargo, no se observaron diferencias al comparar los niveles de referencia de IgE en total (UAS7 de 0) y respondedores parciales (mínimo 30% en la reducción de UAS7). Deza et al. demostraron que la expresión basal de Fc [Epsilon] RI en basófilos de pacientes con CSU fue mayor que en controles sanos. Interesante, la expresión en omalizumab no respondedores fue más baja que en los respondedores. Estos datos sugieren que la expresión de Rc de Fc [epsilon] basal en basófilos podría usarse como un factor predictivo de la respuesta al tratamiento en pacientes con CSU, con un 100% de sensibilidad y un 73,2% de especificidad.
La cascada de coagulación se activa en CSU y los niveles elevados de dímero D se asocian con la gravedad de la enfermedad. Omalizumab es efectivo en la CSU refractaria severa, pero aún se discute si el dímero D es un biomarcador confiable para la respuesta al tratamiento, con estudios recientes que muestran resultados divergentes.
La ciclosporina (CsA) se recomienda para el tratamiento con CSU cuando omalizumab falla o está contraindicado. La respuesta a CsA se asocia con niveles más bajos de IgE, y la respuesta es más efectiva (UAS <= 6) en pacientes con ASST positiva. Tanto los niveles de ASST como los de IgE pueden ser biomarcadores útiles para predecir la respuesta a CsA
Conclusiones del grupo
- Actualmente se tienen varios biomarcadores para evaluar repuesta de gravedad, sin embargo, algunos requieren mas estudios para utilizarlos de rutina en la practica clínica
- Correlacionando la respuesta al tratamiento en cuanto a los niveles de IgE podríamos dirigir la terapia farmacológica en pacientes con CSU, sin embargo, los niveles normales para nuestra población todavía requieren estudios para su validación
- La prueba cutánea de suero autólogo y plasma autólogo todavía requieren estar de la mano de estudios paraclínicos adicionales dada su baja sensibilidad y especificidad.